Del pasado, el presente y el futuro.
Y no es acerca de Historia, si es que eso pensaba mi querido lector. Muy por el contrario, es una suerte de reflexion acerca de nuestro propio pasado, de como repercute en el presente y como el futuro no es acerca del pasado, a pesar de estar intimamente ligado a el... Es una suerte de llamado de atención o quizas un llamado a la esperanza... Quizás es algo que desea transmitir una migaja de reflexiones gratuitas (y quizas tediosas) entre cigarrillos y un trago, quizás no.
Y es que pues, en estos tiempos en que la posmodernidad y un mundo que parece dar vueltas en la abulia constante... Es para nosotros la adolescencia una etapa hermosa, preciosa, y tambien peligrosa.. Es un anhelo que se repite incansablemente en nuestro existir cotidiano, en nuestro vivir, en nuestro construir... Hoy en que el mundo da vueltas y se cuestiona su cultura, su idioma, sus gobiernos y su sentido, en que la fe parece algo obsoleto... Es desde este Hoy en que escribo acerca del pasado, el presente y el futuro.
Como dije antes, la adolescencia es hermosa, preciosa y tambien peligrosa... Y no creo que la rima sea coincidencia... Es la vitalidad del regalo divino en su mas inestable momento, en su mas explosivo resultado, si cuando niños somos de algun metal forjable, cuando adolescentes somos de nitroglicerina, somos ciegos e inexpertos jugando a ser trapecistas, creyendonos señores y filosofos de un mundo cuyas aristas son tan enmarañadas que 100 años no bastan para entenderla a cabalidad, y eso es lo que hace de nuestra adolescencia nitroglicerina.
Generalmente, muchos suelen envolverse en el manto de sus creencias fundamentales durante esta verdadera tormenta de la adultez golpeando un alma de niño agonizante... Generalmente.
Pero no es de eso de lo que quiero hablar... No es de eso... Quiero hablar contigo lector, acerca de la excepcion a la regla, de la rara (afortunadamente rara para el bien de muchos) situacion en que envueltos en nitroglicerina, nos salimos de esa caja refrigerada y nos cuestionamos todo.
No es malo, es invaluable. Pero, como toda gran oportunidad en la vida, como todo momento que puede llevar a la gloria, es tambien profundamente arriesgado... Asi como lo fue austerlitz, asi como lo fue el dia D, asi como para muchos fue la adolescencia.
Porque el problema de fondo, no es la locura adolescente, es el efecto profundo que puede tener en todo tu futuro el momento en que das un paso en falso, el momento en que austerlitz se vuelve waterloo.
Existe un punto clave en nuestras vidas en que nos tatuamos de una u otra forma, existen diversos momentos en que nos condenamos o nos salvamos, y ese punto clave puede ser desastrozo si llega temprano, asi como pudo haber sido esa madrugada en que cierto escritor frances pilotaba un avion y vió venir fuera de toda expectativa una horda de aeroplanos alemanes, derribandolo a pocos dias de terminar, la que podria haber sido, su obra maestra.
Ese punto, es el que nos hace sufir, arrebatarnos, llenarnos de una macabra experiencia que durará para el resto de nuestros dias, y lo macabro está en que no nos damos cuenta de ello hasta que han pasado años desde ese momento... Así como aquel momento en que el celebre imperio, descubrió la condena que fue haber permitido la sucesión de Commodo al imperio, y que las guerras civiles prolongadas terminarian condenando al Imperio a sucumbir eventualmente.
Ese momento es funesto, es fatal, debe ser intentado de evitar a toda costa... Y ciertamente lo que pretendo hacer con esto es dos cosas:
-Lo Primero... Hacerte un humilde llamado desde esta modesta pantalla, a tí apreciado lector, si es que no te ha llegado el momento o si te acaba de llegar, que no dejes que las pasiones absolutas (que son una mezcla imposible de analizar de egos, orgullos, deseos y anhelos) guien tu actuar, que las guerras requieren pasion para ser victoriosas, pero que tambien requieren un actuar prudente y concienzudo de tu parte o, incluso la victoria, va a ser una derrota... La diferencia fundamental entre la guerra y la vida es que una es acerca de la muerte, y lanzarse a la vida como si fuera a morir heroicamente abordando un barco enemigo... No tiene sentido, La inmortalidad de los heroes de guerra radica precisamente en su arrojo a morir... Y en la vida, el asunto de fondo es acerca de vivir, es acerca de alcanzar la victoria frente a las dificultades de una maldad engañosa que busca precisamente derrotarnos indefectiblemente, aun haciendonos creer que habernos condenado es una suerte de victoria, la inteligencia es tan necesaria como la valentia, y es que la verdadera valentia es la capacidad de enfrentarnos a nosotros mismos y no al resto.
-Y lo segundo... Va para todo aquel que ya pasó su Waterloo, todo aquel que hoy en dia mira el pasado, que sepa que el pasado se hace pasado en cuanto efectivamente HA pasado, y no es algo de tiempo... Es algo de que no basta con la inteligencia para darnos cuenta de las derrotas y sus causas, si no que es en este momento y no antaño, en que la valentia se hace necesaria, para saber que las guerras no terminan hasta que terminan, hasta que el cuerpo y el alma no aguantan y que eso es cosa de valentia... Que la luz siempre está ahi para reconfortarnos, y que nuestra esencia es aquella, que no hay oscuridad que se mantenga oscura ante la luz, y que no hay vacio que el soplo de la vida no llene, que las derrotas pueden incluso ser desastrozas, pero que no son mas que derrotas de una batalla, que la guerra termina cuando expiramos y la sonrisa o el llanto de nuestra alma es lo que define... Y que tal es la magnificencia de la luz, que estamos siempre (y sin importar las dificultades) en ventaja ante la vida, por mucho que parezca lo contrario, cada amanecer es una oportunidad de revertir la guerra, y que el pasado esta ahi, para ser derrotado con nuestro presente, y que nuestro futuro se construye solamente cuando el pasado ha sido derrotado, cuando nuestra vida ya no esta sitiada o derrotada por un pasado lejano, y que sin importar las circunstancias, uno vive hacia el futuro, y en el futuro nunca es tarde... Y que el presente es ahora, y si bien el pasado nunca se olvida (y menos mal, porque asi no se repite) la esencia del pasado es que (valga la redundancia) ya ha pasado, y si algo ha quedado pendiente, tenemos todo el presente para saldarlo.
Y es que, es importante saber que hasta que el pasado no este saldado, no se puede disfrutar el presente tranquilo, y mucho menos construir un futuro decente... Y eventualmente nos tenemos que dar cuenta de esto, eventualmente tenemos que saber que es algo importante que hacer, aun cuando nos gustaria pensar en que nuestra propia vida nunca nos va a pasar la cuenta.
Eventualmente uno se da cuenta de esto, y es en ese instante en que debe tomar cartas en el asunto, para mayor gloria del futuro, para mayor gloria del todo, para la amayor gloria que no es mas que la capacidad de ser verdaderamente libres.. Y eso no tiene nada que ver con ser unos descreidos o unos rebeldes absolutos, muy por el contrario aquello es la prueba fehaciente de la carencia de libertad, la prueba fehaciente de que perdimos Waterloo.
Espero que entienda respetado lector, que este escrito no tiene un solo apice de aire de superioridad o hablar desde un futuro... Por el contrario, mas que una serie de consejos, es un testimonio de quien se niega a vivir confinado en una isla que atestigua hasta la muerte la derrota de nuestro propio Waterloo.
Y seguramente, querido lector, le causara curiosidad que todas las descripciones de lo que el futuro es sean mucho mas vagas que lo que el pasado es... Y es que el futuro sigue siendo para este decadente elucubrador, un acto de fe mas que una prueba fehaciente... Y es por eso que para mi, el futuro es esperanza... Pura esperanza.
Gracias por el tiempo.
Post Data: La acentuación es pesima... Y seguramente todo esto les parezca una bazofia casi como de autoayuda, pero para serles francos... Me importa un carajo, creo que a veces uno tiene que escribirle cartas al aire, y si las desde lo claro son menos recibidas por ustedes como pueden serlo aquellas desde lo oscuro, es simple asunto de ustedes... Morbosos y vacios vouyeristas de lo ajeno.
0 comentarios